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Arquitectos: Domingo Arancibia Tagle
- Área: 254 m²
- Año: 2019
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Proveedores: AutoDesk, Baskakow, Fijaciones Mamut, Istria Maestranza, Robert McNeel & Associates, Seaweed Place Chile, Vanghar Mobiliario urbano
Concurso realizado por Constructo y Patrocinado por el MoMA de Nueva York, que se lleva a cabo hace más de 8 años en Chile y que busca la creación de intervenciones temporales por parte de jóvenes arquitectos en el Parque Araucano, perteneciente a la Municipalidad de Las Condes, durante aproximadamente seis semanas.
1.Cochayuyo
Muchas veces pasamos por alto materiales que nos han acompañado desde siempre, y que han actuado como forjadores de nuestro imaginario, cultura e identidad.
Comenzamos investigando sus características: su extensión, ductilidad, color y textura fueron algunas de las peculiaridades que encontramos, sin embargo, nos sorprendimos al descubrir un extraño e inesperado fenómeno: su capacidad de iluminarse ante el impacto de los rayos del sol gracias a su translucidez material.
Un extraño Lugar
Sin mayores pretensiones en cuanto al resultado estético, quisimos de algún modo mostrar un proyecto crudo, una construcción sin mayores detalles, destacando y poniendo en valor la fuerza del movimiento de tierra y la masa creada por un volumen de miles de cochayuyos colgados.
2.El Cráter
Propusimos entregar una especie de cobijo en el parque mediante un limite que logrará la condición de refugio. Modificamos así la topografía del lugar enterrándonos cerca de un metro bajo el nivel del terreno. Con el excedente de tierra construimos un talud; de manera de tener la sensación de estar bajo medio nivel . Creamos así un cráter de maicillo el cual tuvo como objetivo aislarse del contexto inmediato haciendo así más dramática la relación entre el visitante y los cochayuyos. Dentro de este cráter buscamos llevar a cabo un espacio neutro, una plaza enterrada que sirvió para diversos actos y juegos de niños la cual vestimos solo con 3 piezas monolíticas para sentarse y contemplar este lugar.
3.Volumen de Cochayuyos
Para lograr el volumen colgamos 12.000 piezas de cochayuyos separadas cada 12 cms. de manera de crear por sumatoria un cuerpo suspendido.
Una de las dificultades que tuvo el proyecto fue la fragilidad de los cochayuyos ya que cuando pierden agua estos se debilitan Es por ello que como estrategia de diseño definimos desde el primer minuto crear un cuerpo suspendido mediante el colgado de las piezas de manera de que el visitante no pudiese estar al alcance directo de las algas. Para ello tuvimos que proponer un proceso que demoró 2 meses.
4.Anillo
Para soportar las 4 toneladas que suponían las 12.000 piezas de cochayuyos al absorber agua en su interior se propuso una estructura basada en un anillo perimetral de acero de 18 metros de diámetro de sección 250x120 cms soportada por 6 pilares de 12.5 mm.
Como sistema para el colgado de las piezas propusimos un sistema de tensores que crearon una malla reticulada de 3x3 mts la cual transmitían toda la carga al anillo. A su vez sobre ella se instalo una red de nylon de 0.9 mm de manera de tener una grilla menor en donde colgar los cochayuyos.
5.Luz
Descubrimos que en el cochayuyo se produce el fenómeno de dispersión lumínica, lo que significa que el alga se “prende” de manera natural al ser expuesto a la luz del sol por su translucidez y morfología. Al igual que la pantalla de una lampara el cochayuyo funciona como receptor y difusor de las ondas de luz.
Ante esta propiedad el proyecto propuso dos tipos de iluminación una natural y otra artificial las que a su vez entregaron diferentes atmósferas.
6.Memoria Colectiva
La intervención se insertó en el parque no sólo como un lugar concreto sino que también buscó hacerse presente en la memoria colectiva de todos los visitantes chilenos, que de alguna manera se han relacionado con el Cochayuyo.
7.La Celebración de la Muerte
La estructura de acero la cual dejamos intencionalmente sin recubrimiento se fue oxidando durante toda la duración del pabellón lo cual era deseable por el equipo. En cuanto a los cochayuyos estos fueron variando y modificando su morfología durante el mes y medio que estuvieron en el parque. Descubrimos que las distintas piezas se movían en función del sol: como un girasol, las algas colgadas se iba rotando buscando la luz natural.
Mientras duró el pabellón las algas se fueron enroscando, rompiendo y cambiando sus formas desde el primer día hasta su desmontaje entregando al proyecto una dinámica del tiempo que nos pareció de interés. Celebramos de este modo la muerte de la obra buscando poner de manifiesto el paso del tiempo y su impacto en el pabellón la cual se presentó como un “cuerpo vivo” que tuvo que enfrentarse a su fin: La estructura del proyecto fue entregada a la Fundación Deporte libre y actualmente es una plaza deportiva en la comuna de Renca. En cuanto a las piezas de cochayuyo estas fueron donadas como fertilizante, algunos como alimento para los trabajadores del parque y otros para diversos estudios sobre el alga los cuales se encuentran en desarrollo.